viernes, 10 de diciembre de 2010

Breve historia criminal de la Iglesia católica.




Lo que sigue a continuación es una transcripción literal de lo que se dice en el vídeo:

"Hola a todos menos a la Santa Puta Madre Iglesia. Hoy vamos a hacer un breve recorrido de las felonías perpetradas por esta puta institución. Me cago en Dios y me sobra mierda para hacer un castillo.

Durante dos mil años perfectamente documentados, la Iglesia católica ha ejecutado crímenes y vejaciones de toda clase, teniendo como soporte a reyes, reyezuelos, tiranos y genocidas de toda laya. Ha consolidado su poder sobre la rapiña y el crimen. Ha matado más que cualquier religión e incluso que todas las religiones juntas. Me cago en la Santísima Trinidad, primero juntos y luego por separado hijos de la gran puta.

La historia de la Iglesia ha sido la de los genocidios, la violencia física contra las personas y la intimidación moral contra las conciencias, haciendo sentir culpables a millones de generaciones. En la Edad Media la puta Iglesia de Cristo asesinó a herejes, apóstatas, conversos o simples disidentes. Todos ellos fueron sometidos a los peores tormentos o quemados en hogueras. Me cago en Dios, en la Virgen y en todos los santos puestos en fila. Y que Dios me perdone si me dejo alguno.

En España, como ha dicho atinadamente una historiadora, el papel de la religión en la época inquisitorial era el mismo papel que jugaba la raza en la Alemania nazi. Ejecutó condenas sobre hombres de ciencia como Galileo, cuando no los quemó vivos en la hoguera como el caso de Miguel Servet. Me cago en Dios y me limpio el culo con las hojas de la Biblia. También la santa mafia católica intervino en innumerables guerras de exterminio, bendiciendo degollinas y monstruosos crímenes a lo largo y ancho del mundo. En el siglo XX tuvo estrechas alianzas, tanto en Europa con fascistas asesinos como Franco, Hitler o Mussolini, como en Sudamérica, aquí con otros asesinos nada despreciables como lo fueron Videla, Pinochet o Stroessner. Me cago en Dios, que con sus cuernos arrastra un vagón lleno de santos.

La Iglesia católica ha propagado el hambre, la miseria y el SIDA por el mundo a través de esa plaga apestosa, langostina y colérica llamada misioneros. Ha estado involucrada en todo tipo de abusos sexuales contra la infancia, ya se trate de pederastia, ya se trate de violaciones. Uno de los ejemplos más notables de falsificación histórica, además de la de Jesucristo, de la Santa Putísima Iglesia, es la beatificada madre Teresa de Calcuta, también llamada el ángel del infierno, una individua que resultó ser amiga de fascistas, corruptos, dictadores y criminales como el haitiano Duvalier o el mismo Reagan. En sus misiones en la India, además de predicar el sufrimiento para con los pobres, les negó, en muchos casos, la asistencia farmacológica básica. En definitiva, una enajenada católica integrista de extrema derecha que resultó ser una letal propagandista de un ideario homicida como bien denunció hace unos años un documental emitido en Gran Bretaña.

El vicario de Cristo en la Tierra, llamado comúnmente por la masa borreguil católica "Papa", no es más que un monarca teocrático absolutista que vive en un lujoso palacio dentro de un estado ficticio e ilegal llamado Vaticano. Y encima el muy hijo de la gran puta se permite el lujo de hablar en contra del aborto, de las medidas profilácticas contra el SIDA o de la terapia genética, esa esperanza para curar a miles de enfermos. En definitiva, cómo debemos comportarnos los que no creemos en las patrañas de los mitos religiosos. Hay que joderse, me cago en Dios y los santos yéndose de putas.

Hablando de dinero contante y sonante, la Iglesia posee valores en inmuebles, acciones, obligaciones y oro. A ello se suman entradas por arriendos, divisas y especulación monetaria. Además tiene inversiones multimillonarias en bolsa y en fábricas de armamento. A pesar de todo ello, en países de una pobreza atroz como Mozambique, los muy hijos de la gran puta no han tenido mejor idea que cobrar el diezmo a sus fieles para poder, dicen, subsistir. Desde la archidiócesis de Maputo (Mozambique) se considera que dar una donación como muestra de la fe es la oportunidad que Dios da para convertirnos en mejores personas. Me cago en el puto Dios y en la puta polla de Cristo.

En España la Iglesia goza de un estatus jurídico envidiable que ya quisiera para sí cualquier otra institución privada. Dinero público a mansalva en virtud de acuerdos antidemocráticos con los sucesores de Franco. La Iglesia católica sobrevive gracias a su extraordinario poder económico, a un organización jerárquica tiránica y también gracias al blindaje jurídico que le han otorgado los estados. En particular el español, con los cientos de millones de euros que le paga de los bolsillos de los contribuyentes, incluidos ateos. Y con las opíparas y antidemocráticas subvenciones a los colegios religiosos concertados, entre otras muchas bicocas. Y aún así se quejan estos hijos de su puta madre diciendo, como el inefable prelado Cañizares, que en tiempos de Franco la enseñanza estaba mejor. Me cago en Dios, en la cruz, en el carpintero..."