La Iglesia es la responsable una censura que durante cuarenta años de dictadura franquista (por no remontarnos más en la Historia) privó a los españoles de grandes obras literarias y cinematográficas a base de crear y mantener un índice de libros prohibidos y mutilar las cintas de las películas que por alguna caprichosa razón no gustaban a jerarquía católica.
La Iglesia católica ha fomentado históricamente la inferioridad de la mujer. En la Biblia, ya desde el Génesis se nos dice que Dios creó a Adán primero, y sólo después, viendo que no era bueno que estuviese solo, creó a la mujer para hacerle compañía. Es decir, primero es el hombre, la mujer ocupa un lugar secundario y subordinado al hombre. Además en la Biblia (supuesta palabra revelada de Dios) se nos dice que la mujer fue creada a partir de una costilla del varón, es decir, que la mujer no sólo ocupa un lugar secundario y subordinado al varón, sino que además es un subproducto de éste. Esto se nos dice ya desde la primera página de la Biblia, que toda ella está plagada de pasajes del mismo tenor hacia la mujer. Y esto es inapelable, dado que es la palabra de Dios, la máxima autoridad que es posible concebir. La doctrina social de la Iglesia católica, dado que se rige por dogmas inamovibles, todavía sigue considerando hoy en día a la mujer exclusivamente en su papel de madre y esposa.
La trata de esclavos fue un negocio boyante durante siglos, al calor del cual se hicieron grandes fortunas que todavía perduran hasta hoy. La Iglesia proporcionó una justificación ideológica para la esclavitud al dictaminar que los negros no tenían alma, por lo que no podían ser considerados seres humanos y tenían así la misma consideración jurídica del ganado: el propietario de un negro podía matarlo cuando le viniese en gana como se mata a un animal sin tener la consideración de asesinato; podía molerlo a palos o vender a sus hijos como se venden los corderos o los terneros. La Iglesia católica ha apoyado a los más violentos regímenes fascistas y totalitarios del s. XX, brutales dictaduras militares, etc. no solo en Europa sino en todos los continentes del mundo. La Iglesia, por el enorme período de tiempo que lleva actuando, y por el inconmensurable poder del que ha gozado y todavía goza en la actualidad, es con toda seguridad la institución que más daño ha hecho y más injusticias, crímenes y atrocidades ha cometido en toda la historia de la humanidad.